Todos los días, la Tierra rota. El Sol sale por el horizonte por las mañanas, y luego, un tiempo después, se pone. Hemos construido nuestras vidas y nuestras sociedades en torno a esta periodicidad, con días divididos en horas, minutos y segundos, y hemos llevado la cuenta gracias a los relojes. Pero en algunos lugares de la Tierra, el Sol sale solo una vez al año y se pone una vez al año. Así que, dado que su concepto de día está tan alejado del resto del mundo, una pequeña ciudad del Ártico comenzó a plantearse: ¿Qué pasaría si abandonásemos el concepto del tiempo por completo?
Esa es la idea que tuvo el noruego Kjell Ove Hveding, que vive al norte del Círculo Polar Ártico, en una ciudad llamada Sommarøy. La idea parece que ha ido cogiendo forma y ha sido difundida por la agencia estatal de noticias Noruega y otros grandes periódicos nacionales del país. El pasado jueves, Hveding se reunió con un miembro local del parlamento para trasladarle una extraña petición: deshacerse del concepto de tiempo en la ciudad. El objetivo de todo esto, al parecer, es hacer de Sommarøy un lugar en el que las personas puedan hacer lo que quieran, cuando quieran.
“Tienes que ir a trabajar, e incluso después del trabajo, el reloj marca tu vida”, dijo Hveding a Gizmodo. “Tengo que hacer esto, tengo que hacer lo otro. Mi experiencia es que la gente ha olvidado cómo ser impulsiva, cómo decidir si el tiempo es el adecuado, si el Sol brilla puedo sencillamente dedicarme a vivir. Incluso si son las 3 a.m.”