Residentes de las calles Nueva Esparta, Andrés Eloy Blanco, Las Flores, Monagas y El Silencio viven con las aguas residuales desbordadas, tras la paralización de la estación de bombeo Simón Rodríguez.
Dangir Millán y Jesús «Chuito» Velásquez, voceros del consejo comunal Enrique Rodríguez, aseguran que más de 1.600 personas son las afectadas de manera directa.
Millán aseveró que tanto la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), ente que regenta la estación de bombeo, como la alcaldía del municipio Sotillo conocen la situación, pero no hacen nada.
Apuntó el dirigente vecinal que las consecuencias de la falla del bombeo de aguas negras se extienden hasta el mercado de Puerto La Cruz, principal centro de expendio de alimentos del oriente venezolano, y calles adyacentes.
Velásquez denuncia que además de los malos olores dentro y fuera de sus casas, deben lidiar con mosquitos transmisores de enfermedades.