El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicolás Maduro emitió un comunicado en el cual instan a la alta comisionada de los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, “a corregir los errores del informe” sobre Venezuela que presentará este 5 de julio.
Según el comunicado, que presenta un total de 70 observaciones, el informe de Bachelet se basa en “una visión selectiva y arbitrariamente parcializada sobre la situación de derechos humanos en el país”.
“En gran parte esta distorsionada visión del informe es el resultado de las importantes debilidades presentes en la metodología utilizada para su elaboración”, precisa la respuesta del régimen de Maduro.
El documento rechaza la “omisión” en el documento de lo que consideran “medidas coercitivas unilaterales adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos”, en las afectaciones al nivel de vida de los venezolanos.
Señalan que el término “crisis humanitaria” es utilizado con “ligereza” y que no existen elementos ni datos que sustenten que esta situación ocurra en el país.
Esta misma jornada se conoció que el informe de la oficina de Bachelet señalará las “graves vulneraciones de derechos” en Venezuela, y pedirá a Maduro poner freno a los abusos de las fuerzas de seguridad y de los llamados colectivos, grupos de choque afines al chavismo.
En el documento se denuncia que, especialmente desde 2016, el régimen de Maduro y sus instituciones han puesto en marcha una estrategia “orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”.
El escrito se elaboró con más de 500 entrevistas en Venezuela y otros ocho países a presuntos testigos de violaciones a los derechos fundamentales, en un período comprendido entre enero de 2018 y mayo de 2019.
Pero en su respuesta, el chavismo siembra dudas sobre la objetividad de la mayoría de estas entrevistas, al apuntar que el 82 % de estas se realizaron fuera de Venezuela, pese a que la ONU realizó dos visitas al país, una de ellas encabezada por la propia Bachelet.
El régimen también lamentó que el informe de Bachelet omita “en su totalidad los logros y avances alcanzados” por el chavismo, que gobierna desde 1999, en materia de derechos humanos, al tiempo que ofreció datos sobre la atención que, asegura, ofrece a las clases más desfavorecidas.
“No es objetivo ni imparcial un análisis donde se privilegien al extremo los señalamientos negativos y se invisibilice o minimice los avances y medidas adoptadas en materia de derechos humanos”, insistió el régimen.
El chavismo también asegura en su respuesta que gran parte del informe de Bachelet está basado en informaciones falsas o erróneas.
El informe de la ONU se publicará poco después de que la alta comisionada visitó Venezuela, del 19 al 21 de junio, y sostuviera encuentros con Maduro, el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó -a quien más de 50 países reconocen como presidente encargado-, y otros sectores del país.
Tras su visita permanecieron en Venezuela dos funcionarios de la Alta Comisaría, en el marco de un acuerdo que les permite prestar asesoramiento y supervisar la situación de los derechos humanos.
“Finalmente, a partir de toda la información aportada, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela solicita a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas adoptar las medidas necesarias para corregir los errores del informe A/HRC/41/18, antes de su publicación”, señala textualmente.