Un grupo de científicos chinos probará una vacuna de “larga duración” contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) con 160 voluntarios, en lo que supone la primera ocasión en que una vacuna de este tipo alcanza la segunda fase de pruebas en humanos, informa el diario oficial China Daily.
La incipiente vacuna, conocida como ADN/rTV, consiste en replicar el ADN de una parte del VIH para estimular una “inmunización efectiva” contra el virus, señala Shao Yiming, uno de los investigadores del Centro de Control y Prevención de Enfermedades chino encargados del proyecto.
Según Shao, esta vacuna, similar a la utilizada para prevenir la viruela, es la primera en comenzar un testeo clínico de segunda fase en humanos.
“Con una reducción significativa de la virulencia, la vacuna no causará infección en los receptores sanos”, garantiza el científico.
Asimismo, la vacuna en desarrollo no contiene todos los segmentos del virus, sino algunas partes de su material genético, de forma que se reducen de forma considerable las posibilidades de infección.
El ADN del virus continuará replicándose después de la inyección, estimulando de forma constante el sistema inmunitario para producir anticuerpos, un proceso similar al de las vacunas para otras enfermedades.
La mayoría de las vacunas contra el VIH en China y en el resto del mundo son del tipo “inactivo”, es decir, no contienen porciones del ADN del virus que puedan replicarse, por lo que sus efectos en el sistema inmunitario son menores en el tiempo.
La primera fase de pruebas, iniciada en 2007, probó la “seguridad” de esta vacuna, por lo que esta segunda fase servirá para “determinar el procedimiento de vacunación” a seguir en el futuro, asegura Shao.
“Con suerte, la segunda fase del testeo clínico concluirá en la primera mitad del 2021, y la tercera fase podría empezar a finales de ese mismo año e incluirá a miles de voluntarios para probar la efectividad de la vacuna”, afirma.
El grupo de investigación ya ha reclutado a más de 130 voluntarios, y los primeros preparativos ya están en marcha en dos hospitales chinos, uno en Pekín y otro en Hangzhou (este de China).
En declaraciones a China Daily, Chuang Chuang, director de la ONG defensora de los derechos LGTB Hangzhou Sunflower, señaló que más de 100 voluntarios ya se habían registrado en la organización después de enterarse de esta segunda fase de pruebas.
“La mayoría de los voluntarios son estudiantes u otros hombres jóvenes. Algunos se inscribieron al principio, pero se retiraron después de saber que tendrían que participar en todo el ensayo clínico, que dura casi dos años”, confesó Chuang.
Fuente: 800noticias