“La tragedia de Las Tejerías no es el único saldo lamentable que ha dejado el paso de las tormentas tropicales por el territorio venezolano. Las inundaciones en la zona oeste de estado Anzoátegui han dejado como consecuencia 600 damnificados, 24 sectores inundados y más de 1.500 familias afectadas”.
Santoyo califica de alarmante la cifra de comunidades que se mantienen bajo el agua tras el desbordamiento del rio Unare, situación que había sido alertada por los moradores de la zona oeste de la entidad desde el pasado 7 de octubre.
“Los habitantes piden a gritos atención; agua potable, alimentos, ropa. Pasan el día desplazándose por aguas empozadas para buscar el sustento del día. Una de las comunidades más afectadas es Maparaca. Allí solo se llega en bote y los lugareños nadan a diario para salir a buscar agua potable y vender la leche que han ordeñado de las pocas vacas que sobrevivieron a las inundaciones”, resaltó.
“Nuestros hermanos de Clarines lo perdieron todo, hasta sus sembradíos».
Más afectados
Entre las comunidades afectadas están Ayacucho, Maparaca, Boca de Guaribe, Cabrutico, Santa Teresa, Simón Bolívar, Altos de Clarines, Cruz de Belén, Geriátrico, Los Cerezos, Yai, Punta de Guanape, Puerto Arturo, El Cedro, El Cubillo, El Esfuerzo, 23 de Enero, Barrio Obrero, Paso Real, Las Casitas, Araguita, Minifincas, Conacal y Torotocón.
“Necesitamos unificar esfuerzos y ayudar a la población que nos necesita. Las aguas del Unare están ganando terreno y no ha llovido para esa zona. El agua empozada ya comienza a generar afecciones en niños y personas de la tercera edad, quienes presentan vómitos, diarrea y erupciones en la piel”, exhortó el jurista.