Basta con una simple búsqueda de la etiqueta #Catscafe en Instagram para constatar que se trata de una tendencia mundial, la cual abarca cafeterías en países como Estados Unidos, Canadá, Tailandia, Escocia, Australia, Arabia Saudita, España, Argentina y también Venezuela.
El formato es prácticamente el mismo: un local de comida convencional –con menú, sillas, y mesas– una máquina de café, y al menos media docena de gatos que se trepan en mesas y sillas para jugar con los visitantes.
Los también llamados cafés de gatos siguen proliferando, aupado por quienes son amantes de las mascotas y por proteccionistas que luchan por darles mejores espacios.
En Venezuela ya existen dos de estas peculiares cafeterías: Kfe en Taza en Caracas desde 2020 y Catpuccino en Maracaibo, que abrió sus puertas en 2022. En ambos casos los gatos rescatados de la calle son parte del atractivo para quienes gustan pasar tiempo con mascotas fuera de casa.
Abrir un café con gatos, una manera de alejar las ratas
Carol Mateus decidió abrir su cafetería en la avenida Urdaneta, en pleno centro de Caracas. En entrevista para El Diario confiesa que su idea principal no era un café con gatos. Aunque es rescatista de animales, Mateus se imaginaba un café convencional, pero durante la pandemia las ratas acechaban el local, convirtiéndose en un problema de salubridad.
«Teniendo el problema de las ratas decidí traerme a Fortunella, que era una gata de mi casa. Las ratas empezaron a desaparecer, y fue cuando pensé que la opción más noble era que el local albergara gatos. Esa misma semana rescato a Lucas de un estacionamiento -comenta señalando a un enorme gato blanco con manchas negras- y ya desde entonces la gente empezó a llegar para tomar café y jugar con los gatos”, así describe Carol Mateus el inicio fortuito de lo que se puede considerar el primer cat café de la capital venezolana.
Fuente: eldiario