Dwayne Johnson entró el pasado domingo 27 de noviembre en un Seven Eleven de Hawái dispuesto a “enmendar un error del pasado”. El actor, más conocido como La Roca, publicó los detalles de esta visita en sus redes sociales. En ellas explica que, antes de convertirse en una de las estrellas más ricas de Hollywood, pasó una infancia difícil en la isla estadounidense.
“No tenía ni un duro, así que solía robar un Snickers [marca de chocolatinas estadounidense] todos los días durante casi un año, cuando tenía 14 años, de camino al gimnasio. Todos los días estaba la misma dependienta y siempre se limitaba a girar la cabeza y nunca me llamaba la atención”, explica en su cuenta de Instagram.
Nunca es tarde para enmendar
Por eso el actor de la nueva saga Jumanji vació todo el estante de chocolatinas y pasó por caja, explicando a los empleados el porqué de su acción. Johnson (Hayward, California, 50 años) pagó cerca de 300 dólares en dulces.
“He exorcizado unos cuantos demonios grandes a lo largo de los años (todavía me quedan unos cuantos). Sé que este parece muy tonto, pero cada vez que vuelvo a casa a Hawái y paso por el 7-11… Siempre supe que tenía que entrar y llevarme todas las barritas de Snickers que tenían… que era lo correcto”.
Johnson, uno de los actores mejor pagados de Hollywood (según Variety, fue el quinto intérprete mejor pagado de 2022 por los 22,5 millones que se embolsó por Black Adam), aprovechó la visita para hacerse fotos con los empleados de la tienda y compartir con ellos anécdotas del pasado.
La Roca compartió las imágenes en su perfil de Instagram, donde tiene 349 millones de seguidores. Hasta hace poco era la persona con más seguidores de toda la red social (le acaba de superar Cristiano Ronaldo, que tiene 505 millones de seguidores). Pero poco nada parece importarle a Johnson ser el segundo. El actor, que alcanzó la fama partiendo sillas y repartiendo golpes a sus adversarios durante los combates de la WWE, se ha convertido en uno de los rostros más queridos de la industria del cine y un valor seguro en las producciones de las plataformas.
Una infancia difícil
Johnson no tuvo una infancia fácil. Él y su familia fueron desalojados de su casa en Hawái en el año 1987, cuando él tenía 14 años. La familia abandonó entonces la isla para instalarse en un pequeño hotel en las afueras de Nashville (Tennessee).
La vuelta del actor a su lugar de origen y la visita al Seven Eleven de su barrio han servido para cerrar heridas, como él mismo explicaba. “Por fin he exorcizado este maldito demonio del chocolate que me roe desde hace décadas”, ha escrito en su Facebook. “Como bonus, fue muy divertido pagar lo de todo el mundo que entró en el 7-11 mientras estaba allí. Era lo menos que podría hacer considerando toda la mierda que solía robar allí”, ha añadido.
Fuente: el país