Había grandes expectativas por saber qué determinaría el sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores. Estaba latente la posibilidad de que haya otro Superclásico copero, cuando aún es reciente la final que jugaron en diciembre del año pasado, cuando el conjunto Millonario se quedó con la Copa en Madrid. Sin embargo, no habrá cruce entre los dos colosos del fútbol argentino… Por ahora.
River y Boca, de acuerdo a lo que dejó el azar de las bolillas, podrían enfrentarse en las semifinales. Si eso sucede, la ida se juega en el Monumental y la vuelta en la Bombonera, dado que el equipo de Gustavo Alfaro terminó primero en su grupo y River, segundo. En octavos ambos chocarán contra equipos brasileños.
El papelito que salió de la primera bolilla, sacada del bombo de los segundos, fue casualmente la del actual campeón de América. La sacó Juan Fernando Quintero, nada menos. Y movió sus manos con la misma calidad con la que maneja la pelota en sus pies. El crack colombiano, clave en la conquista del continente por parte del equipo de Marcelo Gallardo el año pasado, fue invitado por la Conmebol para ser premiado por haber sido una de las grandes figuras en la última edición y por su gol en el Santiago Bernabéu.
Hubo ruidos de asombros en la sala cuando Frederico Nantes, el director de competiciones de la Conmebol leyó «River Plate». Muchos, tal vez, estaban palpitando la posibilidad de otro Superclásico. Pero de la primera bolilla del bombo de los primeros, que tomó Roque Santa Cruz, el delantero paraguayo de Olimpia, salió Cruzeiro, que históricamente fue una bestia negra para el club de Núñez. Hasta que llegó Gallardo y saldó ese pagaré en los cuartos de final de la Copa 2015, cuando lo goleó 3-0 en el Mineirao, tras caer 1-0 en el Monumental. Otra vez, la serie se definirá en Belo Horizonte.
A River, al igual que el año pasado no le quedó un cuadro favorable. Si deja en el camino al poderoso Cruzeiro (quedó como el segundo mejor primero tras cinco triunfos y una caída en su grupo), puede chocar con San Lorenzo en cuartos de final y en semis con Boca. Dos clásicos. Pero ya lo dijo el Muñeco. “Más difícil que lo que nos tocó el año pasado no va a haber”. En 2018, River alzó la Copa Libertadores tras superar a Racing, Independiente, Gremio y Boca.
Boca irá por la parte baja del cuadro, del mismo lado de River. A su rival ya lo conoce. Es que viene de enfrentarse con Atlético Paranaense en el Grupo G. Cayó 3-0 en Curitiba y le ganó la semana pasada 2-1 en la Bombonera. El gol de Carlos Tevez sobre la hora significó que el conjunto de Alfaro defina como local ya que por ese tanto terminó primero, desplazando a Paranaense. Que tocaran dos rivales del mismo grupo generó sonrisas en los asistentes al sorteo.
Fuente: Clarin