Desayuno / Pastelitos de carne

Estos deliciosos pasteles rellenos de carne y verduras no sólo son muy fáciles de hacer, sino que encantarán a todos tus invitados.

? Ingredientes:

 

  • 500 gramos de harina de trigo

 

  • 350 gramos de carne picada

 

  • 175 gramos de nabos o colinabo

 

  • 125 gramos de mantequilla

 

  • 125 gramos de manteca

 

  • 2 papas

 

  • 1 huevo

 

  • Agua

 

  • Sal

 

  • Pimienta negra molida

 

 

? Preparación:

 

Corta los 125 gramos de mantequilla en cubos y ponla en un recipiente junto a los 125 gramos de manteca y los 500 gramos de harina de trigo. Amasa con las manos durante unos minutos.

 

Agrega 6 cucharadas de agua y sigue amasando hasta que todos los ingredientes se hayan integrado por completo y tengas una masa homogénea y sin grumos.

 

Corta la masa en 4 porciones iguales, envuelve cada una de ellas en un poco de papel transparente y mételas en la nevera durante 20 minutos.

 

Mientras tanto pon los 350 gramos de carne en un recipiente y sazona con sal y pimienta negra molida al gusto. Remueve con las manos.

 

Pela y pica la cebolla en rodajas finas, haciendo lo mismo con las 2 papas y los 175 gramos de colinabos.

 

Incorpora las verduras al recipiente con la carne y mezcla con las manos hasta que los ingredientes se hayan integrado perfectamente entre sí.

 

Extiende la masa hasta tener un círculo de, aproximadamente, 25 centímetros de diámetro. Haz lo mismo con todas las porciones de masa.

 

En el centro de cada una de las obleas pon una cantidad generosa de relleno con cuidado de no llegar a los bordes del círculo.

 

Bate el huevo y con un pincel de cocina pinta la parte exterior del círculo de masa. Luego dobla la oblea por la mitad formando una media luna y sella los bordes presionando con un tenedor.

 

Coloca los pastelitos en una bandeja de horno previamente cubierta con papel vegetal y mete en el horno ya calentado a 200ºC.

 

Tras 10 minutos, baja la temperatura a 170ºC y deja que los pasteles se horneen durante 45 minutos.

 

Cuando estén dorados y crujientes sácalos del horno y sírvelos.

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