Cuando se menciona el nombre de Edgardo Alfonzo, se asocia inmediatamente a la organización de los Mets de Nueva York, equipo que le dio mucho al pelotero en toda su carrera y él se lo retribuyó con batazos.
Sin embargo, para llegar ahí debió pasar por las sucursales y en la Clase A Avanzada fue donde lo hicieron el jugador notable que todos conocen. Ahora, 27 años más tarde fue elegido al Salón de la Fama de la Liga del Estado de la Florida.
El actual mánager de los Ciclones de Brooklyn, sucursal Clase A corta de los Mets de Nueva York, tuvo su primer paso por la Liga del Estado de la Florida al recibir el ascenso desde la Clase A corta en 1992 y en 1993 con los Mets de St. Lucie. Luego subió a Doble A, para luego consagrarse con el equipo grande de los metropolitanos.
“En esa liga fue en la que empecé a dar jonrones. Recuerdo que di 11 jonrones en esa liga y fue la primera vez que di más de dos jonrones (en una temporada)”, comentó Alfonzo al departamento de prensa Cárdenas Sport Media. “Ahí fue donde me hice jugador como tal, porque esa es una de las ligas fuertes, Clase A fuerte, y de ahí pasé a Doble A. Allí fue donde aprendí a comunicarme con los periodistas, mejoré mi inglés, fue la primera vez que jugué una temporada completa. Allí aprendí cómo lidiar con una temporada larga, cómo manejarte cuando estás en slump, sabiendo que vas a jugar todos los días, y creo que fue la que más me ayudó a mí como pelotero”.
La ceremonia de exaltación se realizará el 19 de noviembre en Clearwater Beach, Florida y con este reconocimiento, será el tercer momento honorifico para el pelotero de 12 años en las Mayores, ya que, fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Latino, en República Dominicana, y al Salón de la Fama de Navegantes del Magallanes, en Valencia. Este año es elegible, por primera vez, al Salón de la Fama del Béisbol Venezolano.
“Es un orgullo que las personas de esa liga tomen en cuenta el trabajo que hice y la dedicación que tuve cuando jugué allí. Uno como jugador siempre quiere hacer lo mejor posible y nunca estás pendiente de este tipo de reconocimientos”, aseguró.
Con respecto a ver su nombre como posible Miembro al Salón de La Fama del Beisbol Venezolano, confesó que también le cayó como sorpresa.
“vi que salí en las boletas del Salón de la Fama y sería un placer estar allí, sería algo grande, pero nosotros no jugamos para esos reconocimientos. Uno juega porque nos gusta el béisbol desde pequeños y nunca piensas que hay cosas que llegan después que terminas de jugar y que también nos llenan de orgullo”, sentenció.
En 1993 actuó la campaña completa en la Clase A Avanzada, en la que dejó promedio de .294, con 75 anotadas, 18 dobles, tres triples, 11 jonrones, 86 remolcadas y 26 bases robadas, números que le permitieron dar el salto a Doble A al siguiente curso.
Fuente: unionradio