A veces agarrar de ejemplos a seres humanos resulta una decepción, pero imagínese a un perro como el candidato indicado para ostentar un puesto como el de ser alcalde.
No es ninguna desfachatez. En Estados Unidos se encuentra Max II que desde 2014 ocupa este importante cargo.
Sus principales labores son pasear por el pueblo con su camioneta oficial. Visita hospitales, escuelas, departamentos de policía y es invitado especial en toda clase de festivales.
Esta vocación la tiene Max en sus venas debido que su padre también había sido alcalde.
Fuente: noticias24