La Policía de Hong Kong condenó hoy la actitud de los manifestantes durante las protestas de este domingo y aseguró que estos se volvieron «locos» durante los enfrentamientos entre agentes y jóvenes en un centro comercial, que acabaron con 28 heridos y 40 detenidos.
Durante un encuentro con los medios celebrado esta mañana, el jefe de la Policía, Stephen Lo Wai-chung, hizo pública su «más enérgica condena» por los hechos, y consideró que los manifestantes «se volvieron locos».
La protesta de ayer, realizada en la zona residencial de Sha Tin, transcurrió en paz hasta última hora de la tarde y aglutinó, según los organizadores, a unas 100.000 personas.
Sin embargo, en las últimas horas del día comenzaron las trifulcas después de que los policías utilizasen espray pimienta contra un grupo de manifestantes, que respondieron arrancando las medianas de la carretera para construir barricadas improvisadas.
Poco antes de las 22.00 hora local (14.00 GMT), los enfrentamientos pasaron a producirse dentro de un conocido centro comercial de la zona, al que accedieron efectivos antidisturbios para tratar de dar caza a cientos de manifestantes enmascarados.
En el citado recinto, algunos manifestantes lanzaron paraguas, botellas de plástico y cascos contra los agentes, que respondieron golpeándolos con porras y escudos.
Veintiocho personas fueron ingresadas en hospitales debido a diversas lesiones: dos de ellas permanecen en estado crítico, mientras que ocho han sido dadas de alta.
Asimismo, hubo 40 detenidos por reunión ilegal y ataques a los agentes.
Esta fue una de las numerosas manifestaciones que se han registrado en las últimas semanas en la excolonia británica en protesta por el proyecto de ley de extradición impulsado por la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam.
Fuente: informe21