Madonna, a los 61 años es consolidada como una auténtica referencia en el ámbito de la música y una invalorable influencia artística
A sus 61 años, que los cumple hoy, Madonna, la única e indiscutible diva del pop, continúa dando guerra. La polémica y exuberante cantante es influencia para muchos artistas. Además del talento, se ha caracterizado por su rebeldía, por ser polémica, escandalosa y provocativa.
Madonna Louise Veronica Ciccone Fortin nació el 16 de agosto de 1958 en Bay City, cerca de Detroit. Es la tercera hija de un ingeniero italiano de nombre Silvio Ciccone y una francocanadiense llamada Madonna Fortin. Su madre falleció cuando era apenas una niña. A los 16 años de edad, se mudó a Nueva York, en donde consiguió una beca para estudiar danza. Años más tarde, emigró a París para ser corista; sin embargo, no tardó mucho en regresar a su país natal para integrarse como baterista de la banda The Breakfast Club.
En 1983 lanzó algunos temas como solista, pero ninguno alcanzó la fama. Sería en 1994, con el álbum “Like a Virgin” cuando alcanzaría los primeros lugares en ventas y popularidad. Desde entonces su éxito se disparó abrumadoramente, con títulos como “Papa Don’t Preach” y “La Isla Bonita”, del álbum “True Blue”.
A mediados de los años 80 debutó en el cine como actriz en los filmes “Desesperadamente buscando a Susana” (1985), “Shangai Suprise” (1986) y “Who’s That Girl” (1987). Pero su foco continuó siendo siempre la música, a la cual ha dedicado la mayor parte de sus esfuerzos.
Siguió cosechando éxitos como “Like a Prayer”, que superó todos los récords de ventas, pero que causó gran controversia por el videoclip que la mostraba francamente erótica, rodeada de imágenes religiosas, lo que ocasionó su prohibición en algunos países europeos. Desde entonces y hasta hoy ha continuado lanzando discos que superan cualquier expectativa en difusión y ventas.
Su larga trayectoria le ha servido para erigirse como un mito único e inigualable. Introdujo en el pop cierto tono de provocación, irreverencia religiosa y un punto de vista femenino que reivindica la sexualidad abierta. “Material Girl” y “Like a Virgin” son himnos explícitamente sexuales. En plena era Reagan irrumpió como agente provocador y, al mismo tiempo, como icono sexual alternativo.
El mensaje que envió a las chicas de su época es que no tenían porqué ajustarse a las normas y podían utilizar un lenguaje escatológico, alardear de su sexualidad o pelear por el triunfo igual que los hombres. Hubo quien no entendió bien su mensaje y algunas feministas la escrutaron críticamente.
Lució en numerosas ocasiones a la manera de otra eterna diva, Marilyn Monroe. La reivindicaba e iba más allá. Se le colocó el sobrenombre de “Ambición rubia” y ella no lo rechazó. Las reglas del pop son las que son. Que hablen de tí, sea como sea. Siempre ha jugado a introducir elementos de vulgaridad en sus coreografías, atuendos y canciones. Lo vulgar, bien utilizado, es bello. Sea un exabrupto, una prenda disparatada o un exceso a la hora de enseñar alguna de las partes de la anatomía.
Jugó hasta el fondo con el papel de mujer sexualmente voraz. Hasta que llegó ella (con la excepción, tal vez, de Mae West) parecía mal visto que una estrella femenina admitiera su gusto por el sexo sin contemplaciones. No aspiraba a casarse y formar una familia, sino a disfrutar de sus amantes e, incluso, hizo la película “En la cama con Madonna”, en la cual mostraba su universo erótico.
Ha logrado conservar el trono del pop durante muchos años y es historia de la música, junto a los Beatles, Nirvana y Michael Jackson, por canciones como “Like a Virgen”, “Material Girl”, “True Blue”, “Who’s that Girl?” y “Express Yourself”. Hizo incluso una excelente versión de “American pie”. Madonna, a no dudarlo, es ya un clásico. Larga vida para ella.
Fuente: informe21