En plena revolución de la inteligencia artificial, algunas compañías en China están aprovechando la tecnología para volver atrás y reivindicar la esencia de lo humano y potenciar así el valor de cosas como el escribir a mano o el sentido del olfato.
“Estamos abocados a un mundo sin papel, pero no queremos que se pierda algo tan valioso como las sensaciones de escribir a mano”, cuenta a Efe Richard Huang, director del departamento de comercio internacional de la empresa china Super Note.
Esta compañía ha desarrollado tabletas electrónicas que no sirven solo para leer documentos sino también para escribir con “la sensación de escribir más cercana al papel de un producto electrónico”, asegura Huang.
Primero desarrollaron una de tamaño folio y esta semana presentaron en la feria CES de Shanghái, uno de los salones tecnológicos más importantes de Asia, una más pequeña y manejable.
“Con un bolígrafo digital, se puede escribir sobre los libros (digitales), hacer anotaciones, dibujar y escribir cualquier documento a mano, que luego se puede convertir en un archivo de PDF”, añade Huang.
Entre los robots más avanzados y las últimas novedades del reconocimiento facial presentadas en esta feria por multinacionales tecnológicas de todo el mundo, hay espacio para algunas compañías que están utilizando las nuevas tecnologías para fomentar sentimientos que, precisamente por la existencia de un mundo cada vez más sometido a lo tecnológico, se están quedando en un segundo plano.
Cosas tan esenciales y ancestrales como lo es la caligrafía china para los habitantes del gigante asiático. “Para los chinos la caligrafía es muy importante y siempre escribimos en el móvil y estamos perdiendo eso, ya que cada vez la gente escribe peor”, apunta a Efe una trabajadora de Beijing Founder Electronics, otra empresa china que está presentando en la feria un sistema tecnológico para enseñar y corregir cómo se escriben los caracteres chinos.
Los usuarios escriben sobre una tableta electrónica con sensores incorporados y, gracias a una aplicación que se instala en los teléfonos móviles, detecta los errores de trazado y también enseña la forma correcta de escribir.
“Sirve también para los niños, ya que es vital que practiquen desde muy pequeños y, además, con esto no tienen que depender de profesores sino que pueden seguir un curso de caligrafía”, apunta la trabajadora.
Y no solo sirve para escribir sobre un cuaderno, sino que la empresa también ha desarrollado una aplicación para detectar, a través de una cámara que se coloca sobre el teléfono o tableta, apuntando hacia el papel, si el usuario está escribiendo correctamente un caracter con un pincel y tinta, como los calígrafos tradicionales.
Los vehículos con cada vez más tecnología integrada han sido los protagonistas de esta feria que, después de tres días, acaba este jueves en Shanghái, donde también se han presentado los últimos avances sobre la tecnología 5G.
“Como puede verse en la feria y como en su día vio el creador de esta compañía, las marcas se centran sobre todo en el vídeo y en el sonido, y es por ello que nosotros decidimos apostar por los olores“, cuenta a Efe Tom Zeiss, portavoz de Scentrealm.
Esta compañía china ha logrado gracias a la nanotecnología crear un negocio basado en el “aroma digital”, por el que han desarrollado aparatos electrónicos que desprenden olores y que pueden utilizarse en distintos ámbitos.
Uno de ellos, el cine. Oler a café cuando los protagonistas de una película están tomándose una taza es posible gracias a un aparato que los usuarios se cuelgan del cuello y que, programado previamente para cada cinta, desprende los aromas adecuados a cada momento.
“Ya estamos en pruebas en más de cien cines”, asegura Zeiss, quien comenta otras de las utilidades de esta tecnología como la realidad virtual o la venta de productos como perfumes.
También la automoción, pues han desarrollado una cámara que se instala en el coche y, “si detecta que el conductor parpadea más de lo normal lanza un olor refrescante, para evitar que se quede dormido”.
Entre tanta imagen y sonido, recuerda Zeiss, “nos estábamos olvidando de algo básico, los olores, y es gracias a nuestros productos que ahora uno puede vivir una experiencia sensorial mucho más completa”.