El gobierno de Panamá aseguró que trabajan “arduamente” para identificar a los migrantes involucrados en el accidente de un autobús el 15 de febrero que dejó al menos 41 muertos, entre ellos niños y varios heridos de gravedad.
Sobre los pasajeros del autobús se limitaron a señalar que viajaban 66 migrantes: 22 de Ecuador, 16 de Haití, 11 de Venezuela, 6 de Brasil, 5 de Colombia, 2 de Camerún, 2 de Cuba, una de Nigeria y una de Eritrea. En total viajaban 20 menores de edad: 12 niños y 8 niñas.
Los forenses de Panamá informaron que requieren información genética para identificar a las víctimas del accidente.
“El estado de los cuerpos y la falta de datos ante-mortem dificultan las experticias, especialmente en lo concerniente a la identificación, ya que se va a necesitar información de los migrantes para obtener registros papiloscópicos u odontológicos y muestras de los familiares para cotejo genéticos con fines de identificación”, señaló el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Este proceso de identificación tomará tiempo, dijo el instituto forense. “Mientras tanto, los cadáveres serán conservados con la debida dignidad que los estándares internacionales establecen”, agregó en un comunicado la institución.
Investigan las causas del suceso
El autobús quedó destrozado en una carretera troncal que conduce al albergue de migrantes de Gualaca, último punto que tocan los viajeros en Panamá antes de salir hacia Costa Rica.
Por razones que se investigan el conductor del autobús, quien también falleció, perdió el control y cayó por un precipicio cerca del albergue. El bus habría colisionado al menos con un objeto fijo y también con otro transporte colectivo estacionado en una ladera.
La subdirectora del Servicio Nacional de Migración (SNM), María Isabel Saravia, confirmó en una conferencia de prensa que en el autobús había 20 menores de edad. Las autoridades de Panamá no han informado públicamente de la edad ni nacionalidad de los fallecidos y heridos.
Fuente: EFE