El hombre siempre le pareció llamativa la enorme diferencia física que mostraban en sus rasgos sus gemelos. De hecho, uno de ellos no se le parecía en nada. Ni sus boca, nis sus ojos, ni sus labios. Nada.
El hombre siempre le pareció llamativa la enorme diferencia física que mostraban en sus rasgos sus gemelos. De hecho, uno de ellos no se le parecía en nada. Ni sus boca, nis sus ojos, ni sus labios. Nada.