En agosto Microsoft Japón decidió darles libre el viernes a todos sus trabajadores, sin reducir su sueldo. También limitó la duración de las reuniones, a un máximo de 30 minutos. El resultado fue sorprendente
En agosto Microsoft Japón decidió darles libre el viernes a todos sus trabajadores, sin reducir su sueldo. También limitó la duración de las reuniones, a un máximo de 30 minutos. El resultado fue sorprendente