La preocupación por el deterioro de las funciones del cerebro comienza demasiado tarde, mientras que los estilos de vida poco saludables, como la mala alimentación y el sedentarismo empiezan a dañarlo
La preocupación por el deterioro de las funciones del cerebro comienza demasiado tarde, mientras que los estilos de vida poco saludables, como la mala alimentación y el sedentarismo empiezan a dañarlo