“Hoy es un gran día para la colectividad española en el mundo. Un gran día para los descendientes de los españoles que por distintos motivos, y todos ellos dramáticos, tuvieron que dejar su país. Hoy se reconocen sus derechos y se pone fin a una larga lucha”.
Así ha reaccionado CEDEU, el colectivo que desde hace casi una década viene reclamando una Ley de Nacionalidad que incluya a los descendientes de españoles excluidos en las sucesivas leyes, nada más saber a través de su publicación en el BOE que el Ministerio de Justicia permitirá el acceso a la nacionalidad a aquellos casos que ya estaban contemplados en la Ley de 2007, tal y como reclamaban las asociaciones.
Casi in extremis, y no sin poca presión, el Ministerio ha asumido sin ambages y al completo la propuesta de instrucción que los colectivos habían hecho; concretamente en lo relativo a la Disposición Adicional 8ª que reconoce con esta nueva redacción los supuestos que discriminaban a los hijos de españoles de origen y a los nietos de abuela.
En concreto a los nietos de abuela que perdieron la nacionalidad por matrimonio pero cuyos progenitores fallecieron, a los nietos de abuela soltera, nietos de abuela de quien aún era español, a los hijos de españoles de origen y que optaron según los artículos 26 y 20.1 b, respectivamente, del Código Civil o leyes transitorias anteriores y que hubieran podido optar a la LMH .
Corrección de la Ley
De ese modo y tras muchos años de espera se corrige un error histórico y se salda una gran deuda con la colectividad.
Si la Ley de Memoria Democrática que entraba en vigor el pasado 21 de octubre de 2022, causaba una profunda consternación en el colectivo que estaba esperando que se corrigiesen la discriminación que en algunos casos supuso la Ley de Memoria Histórica, el reconocimiento que se hace en la disposición adicional octava, ha provocado todo lo contrario: una gran alegría.
Una lucha que continúa
Especialmente para CeDEU quienes afirman en un comunicado que «hemos logrado, entre todos, que se materialice la mayor reforma en materia de nacionalidad de la historia de España. No han sido pocas las ocasiones en las que hemos estado a punto de conseguirlo y de al mismo tiempo de perder las esperanza. Con estas nuevas medidas, por las que las asociaciones de descendientes de emigrantes españoles y exiliados venimos peleando. Se acaba así con uno de los grandes agravios a la memoria de la emigración».
Los hijos y nietos de emigrantes, aseguran que han podido demostrar que “cuando se quiere se puede, que cuando los técnicos dicen: no, siempre existe otra vía: la política. La única opción que no es viable cuando no se ven salidas, aseguran, es quedarse de brazos cruzados, y cuando se persigue un objetivo y este es noble, solo cabe perseverar”.
Para el colectivo “se cierra así la profunda herida que dividió a generaciones enteras, al tratarse de una norma generosa asimilable a otras del contexto europeo y que ya existen en países como Portugal e Italia, con la única diferencia de que la nuestra se circunscribe a un apartado concreto de Ley y con carácter temporal de dos años, prorrogable a tres”.
“Hemos conseguido lo que tanto deseábamos. Sin embargo, nuestra lucha no acaba aquí. Nuestra lucha seguirá en pro de una Ley de Nacionalidad que recoja en el Código Civil todos estos supuestos y avances en materia de nacionalidad. No solo es posible, si no que es legítimo, ya que una vez que se extinga esta norma los expedientes aprobados en todo el mundo no serán más de 400.000, tal como ha venido poniéndose de manifiesto en textos legales anteriores”, advierten.